Dejar los juegos abiertos para tomar un descanso puede causar un comportamiento inesperado o ralentizar tu consola, así que es mejor cerrarlos por completo cuando termines de jugar.
Para cerrar un juego en Xbox, presiona el botón de Xbox para abrir la guía, resalta el juego, presiona el botón Menú (el que tiene tres líneas) y selecciona Salir.
Esto evitará que se guarden datos incorrectos, como un Inventario vacío, y asegurará que no pierdas nada cuando decidas continuar con tu campaña.